Interactive voice response (IVR) is increasingly used to monitor and promote medication adherence. In 2014, we evaluated patient acceptability toward IVR as part of the ENRICH Study, aimed to enhance adherence to isoniazid preventive therapy for tuberculosis prevention among HIV-positive adults in Ethiopia. Qualitative interviews were completed with 30 participants exposed to 2867 IVR calls, of which 24 % were completely answered. Individualized IVR options, treatment education, and time and cost savings facilitated IVR utilization, whereas poor IVR instruction, network and power malfunctions, one-way communication with providers, and delayed clinic follow-up inhibited utilization. IVR acceptability was complicated by HIV confidentiality, mobile phone access and literacy, and patient-provider trust. Incomplete calls likely reminded patients to take medication but were less likely to capture adherence or side effect data. Simple, automated systems that deliver health messages and triage clinic visits appear to be acceptable in this resource-limited setting.
La respuesta de voz interactiva (IVR por sus siglas en inglés) se utiliza cada vez más para monitorear y promover el cumplimiento del medicamento. En 2014, evaluamos la aceptación del paciente a la respuesta de voz interactiva (IVR) como parte del Estudio ENRICH, con el objetivo de mejorar el cumplimiento de la terapia preventiva de isoniacida para la prevención de la tuberculosis entre los adultos positivos al VIH en Etiopía. Las entrevistas cualitativas fueron completadas con 30 participantes expuestos a llamadas 2867 IVR, de las cuales 24 % fueron respondidas completamente. El acceso al teléfono, las opciones de la respuesta de voz interactiva (IVR), la educación al tratamiento y el ahorro en tiempo y costo, facilitaron la utilización de la respuesta de voz interactiva (IVR) del paciente, aunque la poca instrucción de la IVR, el mal funcionamiento de la energía y de la red, la comunicación unidireccional con los proveedores y el seguimiento clínico demorado, limitaron la utilización. La aceptación de la respuesta de voz interactiva (IVR) fue complicada por la confidencialidad del VIH, el acceso al teléfono móvil y la alfabetización, así como la confianza proveedor-paciente. Las llamadas incompletas probablemente recordaron a los pacientes tomar el medicamento, sin embargo, fue menos probable recoger los datos de cumplimiento o de efectos secundarios. Los sistemas simples y automatizados que transmiten los mensajes de salud y las visitas de triaje a la clínica parecen ser aceptados en este entorno de recursos limitados.
Keywords: HIV/AIDS; Interactive voice response; Mobile health; Patient acceptability; Qualitative methods; Tuberculosis prevention.